Enfermedad autoinmune y sus desencadenantes

En estos casos, el cuerpo suele atacar y dañar sus propios tejidos. Las enfermedades por inmunodeficiencia reducen la capacidad del cuerpo para combatir a los invasores, lo que da lugar a una mayor vulnerabilidad a las infecciones.

Las enfermedades inmunitarias son una serie de más de 80 trastornos del sistema inmunitario. En consecuencia, estos trastornos hacen que el sistema inmunitario ataque y destruya los propios órganos y tejidos del cuerpo.

Algunas de las enfermedades autoinmunes más comunes incluyen:

• Artritis reumatoide
• Enfermedad de Hashimoto
• Enfermedad celíaca
• Diabetes tipo 1

Igualmente importante es el hecho de que se estima que 50 millones de estadounidenses padecen algún trastorno autoinmunitario y se espera que estas cifras sigan aumentando.

Se están investigando las causas de estas afecciones.

Las enfermedades autoinmunes comparten varios “desencadenantes”, como por ejemplo el estrés, una mala nutrición y un microbioma aberrante.

Estrés: El estrés provoca un cambio en el perfil hormonal de una persona que da como resultado un exceso de cortisol. Por lo tanto, crea un entorno en el que el timo tiene dificultades para funcionar. Además, el timo codifica células del sistema inmunológico, por lo que estas anulan adecuadamente los patógenos y dejan intactos los tejidos beneficiosos. Cuando el timo está estresado, se cometen errores y se producen enfermedades autoinmunes.

Mala nutrición: Para ilustrarlo, la presencia de un suministro adecuado de nutrientes, incluida la vitamina D3, los aminoácidos y los antioxidantes, es crucial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Los productos de nutrición integral pueden ser de gran beneficio para prevenir y mitigar las enfermedades autoinmunes.

Microbioma: Las investigaciones recientes sobre el microbioma han demostrado grandes avances, por lo que su manejo puede utilizarse como herramienta para combatir las enfermedades autoinmunes. De hecho, Hipócrates dijo una vez: “Toda enfermedad comienza en el intestino”. Y cuanto más aprendemos, más acertada se vuelve esa afirmación.

Estrategias para mejorar tu microbioma:

Coma más alimentos fermentados: los alimentos fermentados son ricos en probióticos. Como resultado de comer más alimentos fermentados, está agregando bacterias y enzimas beneficiosas a su flora intestinal general. Por lo tanto, aumenta la salud de su microbioma intestinal y sistema digestivo y mejora el sistema inmunológico.

Tome probióticos y prebióticos: los probióticos aumentan la diversidad de su microbioma, mientras que los prebióticos alimentan a las bacterias beneficiosas, ayudándolas a crecer y prosperar. Si priva a su microbioma intestinal de fibra, algunas de las bacterias buenas mueren, lo que permite que otras cambien su fuente de nutrientes al revestimiento mucoso de su intestino. Las dietas ricas en fibra ayudan a reducir el riesgo de muerte prematura por todas las causas.

Evite el uso excesivo de antibióticos: si bien son útiles en infecciones graves, también dañan las colonias bacterianas del intestino. Como resultado, pueden aumentar el riesgo de sufrir diversas enfermedades.